En este artículo, cubriremos los siguientes apartados:
1. Qué es el stock de seguridad
El stock de seguridad es la cantidad extra de aprovisionamiento de un producto que tenemos disponible en el almacén para hacer frente a posibles imprevistos tanto logísticos, como de demanda. En otras palabras, es ese cantidad de artículos que no sacamos a la venta y que almacenamos para poder tener una red de seguridad ante cualquier problema. Aunque no sea una práctica imprescindible, sin lugar a dudas es la forma más eficaz de evitar roturas de stock y perder posibles ventas o, peor aún, la confianza de nuestros clientes.
2. Stock de seguridad ante una demanda inusual
Veámoslo más claro con un ejemplo. Un cliente nos demanda una cantidad extremadamente alta de un material para hacer frente a un proyecto que acaba de comenzar y se lleva un gran porcentaje de las existencias disponibles del mismo. Si no contamos con stock de seguridad, nos exponemos a quedar desabastecidos ante futuros clientes que también quieran comprar ese producto. Por el contrario, si hemos guardado un inventario extra en el almacén, cubriremos esta situación excepcional hasta que consigamos reponer este material.
3. Adelántate a los problemas logísticos con el stock de seguridad
Asimismo, el stock de seguridad es un aliado muy valioso ante problemas de entrega por parte de los proveedores. Imaginemos que tenemos que hacer frente a una huelga en la cadena logística, problemas de abastecimiento o, simplemente, hemos identificado un nivel bajo de existencias de un producto que sabemos que siempre tarda un poco más en llegar. La mejor opción para evitar que nuestro cliente busque una solución en otro almacén es haber hecho los deberes y contar un inventario extra.
4. Descubre las claves para construir un stock de seguridad optimizado
Tener un stock de seguridad supone disponer de un paracaídas que nos evite chocar contra el suelo de la rotura de stock. Si se planifica correctamente, se automatiza y se mantiene actualizado a las necesidades del almacén en cada momento, podremos evitar este peligro. Obviamente, nuestro almacén no es infinito y no queremos caer en el sobrestock. Por ello hay una serie de variantes a tener en cuenta a la hora de crear nuestro stock de seguridad.
1. Conocer la rotación de productos de nuestro almacén
El primer paso sería hacer inventario y descubrir qué es lo que tenemos en nuestro almacén para clasificar nuestras existencias según su rotación. Para ello es interesante contar con un ERP como GoManage! que te facilita esta información en segundos y te permite controlar todo tu almacén desde un único portal filtrando por diferentes parámetros.
El más importante que tendremos que tener en cuenta es el histórico de compra/venta de cada producto, con el que realizaremos una previsión de su comportamiento en el futuro más próximo. Aquí es fundamental observar el número de clientes que compran un producto, la cifra de operaciones que realizamos con él y la combinación de ambos factores. Por ejemplo, es posible que vendamos las mismas unidades de dos artículos diferentes durante un mes. Sin embargo, su stock de seguridad será diferente si uno de ellos nos lo compra un único cliente de una vez, y el otro es adquirido por muchos consumidores en puntos temporales diferentes.
De este modo, realizaremos una clasificación de mayor a menor rotación para cada artículo. Para un producto que tiene una rotación alta, sería lógico contar con un stock de seguridad más amplio. En el caso contrario, el inventario extra debería ser menor.
2. La estacionalidad del producto
Aparte de la rotación, tenemos que tener en cuenta que algunos productos tienen picos y bajadas de demanda en función de la época del año. Un clásico ejemplo de ello son todos los artículos relacionados con instalaciones de calefacción, que alcanzan sus máximos en invierno. Es posible que al realizar nuestro análisis del almacén, hayamos visto que estos tienen una rotación muy alta durante las últimas semanas, pero si estamos en abril no tiene sentido contar con un stock de seguridad alto de cara a los meses de verano. Identificar qué productos son estacionales y sus meses con más demanda es otra de las claves. Lo cual nos lleva a nuestra siguiente clave.
3. Mantener el stock actualizado
Una vez conocemos los elementos de la fórmula para crear un stock de seguridad óptimo, hay que aplicar este método. Sin embargo, no basta con realizar el cálculo una vez. El stock de seguridad se debe mantener actualizado cada pocas semanas para adaptarse a los cambios de demanda. De nada nos sirve realizar este esfuerzo, si no se tiene al día.
Este proceso resulta más sencillo si contamos con un gestor de stocks como ReadyStock, que automatiza estas operaciones. Este software identifica la cantidad de stock de seguridad para cada producto en cada momento y se encarga de solicitar el material en el caso de que las existencias sean bajas. Solo tendrás que comprobar los resultados, lo que nos ahorra repetir tareas de gestión manual repetitivas y expuestas a fallos.
En definitiva, gracias a la última tecnología, este proceso ha pasado de requerir mucho tiempo y ser repetitivo, a poder automatizarse y realizarse de un modo eficiente. Si no conocías el stock de seguridad, no dudes en aplicarlo en las existencias de tu almacén y asegurarte de estar listo para cualquier imprevisto.
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